Un mes después de mi regreso del Marathon des Sables, tengo claro que ha sido una experiencia que difícilmente olvidare. No sé si es por la dureza y las condiciones extremas en las que te encuentras en el día a día de esta carrera, pero una de las cosas que más me sorprendieron, fue la fuerza de voluntad y la capacidad de soportar el dolor de tanta gente que a medida que pasaban las etapas, todas las mañana puntualmente se colocaba en la línea de salida.
El desierto es calor, arena, dunas, piedras, subir y bajar montañas y cuando llegas al campamento despues de horas de agotamiento tienes tu tienda esperando para compartir con tus compañeros y hacer vida en el suelo. Comer en el suelo, dormir en el suelo.
Algunos no terminaron, otros solo pensábamos en terminar y un pequeño grupo se disputaron el pódium. Eso si la mayoría la disfrutamos, cada uno a su manera y una vez terminada, muchos seguro que no piensan volver más, otros quizás y yo creo que el desierto no se va a librar de mi fácilmente. No se cuando pero volveré.
FELICIDADES!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarEres un crack